Guarda griega

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martes, 27 de octubre de 2015

Curiosidades del libro "Vida de Apolonio de Tiana", de Filóstrato

Apolonio de Tiana fue un griego que nació en la ciudad de Tiana, en Capadocia, actual Turquía, se cree que entre los años 3 y 4 después de Cristo y habría muerto en el año 97 (hay disenso respecto de estas fechas). Fue un seguidor de las creencias de Pitágoras. Se lo presenta como hombre religioso, filósofo, practicante de hábitos ascéticos (vegetarianismo, abstinencia sexual), autor de libros, gran viajero (llegó a la India) y mago. A pesar de tratarse de un personaje histórico, respecto de esta última faceta de su personalidad se le adjudican toda una cantidad  y variedad de milagros o hechos sobrenaturales. Tuvo seguidores y fue adorado.

Filóstrato escribió un libro llamado "Vida de Apolonio de Tiana", tomando como base trabajos de otros autores y tradiciones orales, pero en especial los escritos de un discípulo y compañero "inseparable" de Apolonio: el asirio Damis, de la ciudad de Nínive, actual Irak, aunque no hay acuerdo sobre la existencia de éste. Si bien Apolonio de Tiana no es un personaje de la mitología griega y romana, aquí quiero anotar algunas de los relatos que pueden encontrarse en Vida de Apolonio, que me parecen interesantes. No son tanto reveladores de quién fue Apolonio sino curiosos, de interés narrativo, y en algunos casos reveladores de una época dominada por la cultura greco romana, previa a, más que decir la hegemoníadiría el yugo cristiano.

Esta entrada del blog la escribo siguiendo "Vida de Apolonio de Tiana" de Filóstrato, de la Biblioteca Clásica Gredos,én la traducción, y con los comentarios y las notas de Alberto Bernabé Pajares.

Vida de Heráclito. Hay una nota de Bernabé Pajares que no tiene que ver con Apolonio, pero es interesante, y hasta graciosa. Dice que de Heráclito, filósofo griego de entre los siglos VI y V a C., a falta de información sobre su vida, en el pasado se construyó una biografía montada sobre las frases que de él nos llegaron. Así, como en uno de sus fragmentos se dice que "es muerte para las almas convertirse en agua", lo que el comentarista interpreta tomando en cuenta que Heráclito consideraba el alma de naturaleza ígnea, se dedujo que sufría de hidropesía; enfermedad consistente en la retención de líquido en los tejidos. Diógenes Laercio, historiador griego de la filosofía clásica nacido en el siglo III d C., escribió que Heráclito le preguntaba a los médicos "si podían convertir en sequedad la lluvia", pero al utilizar en sus consultas médicas un lenguaje oscuro, afín con su estilo literario o su pensamiento filosófico, o propio de la filosofía (esto lo agrego yo) no pudo hacerse entender y terminó murió de esa enfermedad (Páginas 72-73).

Estatuas sagradas. Se cuenta que Apolonio llegó a un pueblo que padecía una gran hambruna, porque los alimentos los habían acaparado unos pocos. La gente se hallaba en un estado de desesperación y de rebeldía  contra el gobernador. Habían encedido un fuego para él, que se encontraba refugiado junto a las estatuas del emperador. En aquella época las estatuas del emperador eran más respetadas y temidas que las estatuas de Zeus en Olimpia porque Tiberio (emperador del 14 al 37 de nuestra era) había sido declarado un ser divino, y hacer cualquier daño u ofensa a sus representaciones era por lo tanto considerado un sacrilegio. Se cuenta que una vez un hombre había golpeado a un esclavo y se consideró ese hecho sacrilegio porque su víctima llevaba encima un dracma de plata con la efigie del emperador gravada (Página 81).

Lenguaje de los animales. Filóstrato escribe que Apolonio consiguió el conocimiento del lenguaje de los animales mientras atravesaba territorios poblados por árabes. Los árabes tienen ese conocimiento y esa es la razón de que entiendan los vaticinios de los pájaros, que son sus oráculos. El procedimiento árabe para lograr entender los dichos de los animales consiste en comer el corazón  o, según otros, el hígado de las serpientes (Página 90).
   
Profecía de la leona preñada muerta y sus ocho fetos. En su viaje a Babilonia, Apolonio de Tiana y su fiel compañero Damis encontraron una leona muerta por cazadores. Era un animal grande. Los cazadores y la gente de la aldea estaba muy exaltada. Filóstrato cuenta que las leonas a lo largo de su vida paren tres cachorros, luego dos y en la última parición sólo uno. Pero al abrir la leona esa que habían encontrado habían descubierto que estaba preñada de ocho crías. Ante este hecho extraordinario Apolonio predijo que él y su amigo permanecerían en Babilonia, junto a su rey, un año y ocho meses; contando a la leona como año y a las crías como meses. Damis le recordó entonces que Homero en la Ilíada narra que el adivino Calcante, al ver que un dragón devora a ocho gorriones y a su madre, vaticina que la guerra de Troya durará nueve años, contando tanto a la madre como a sus hijos de igual manera. Pero Apolonio le explicó a Damis que las crías de la leona eran no natas y no estaban totalmente formadas. Entonces: ¿cómo podría haberlas computado en un pie de igualdad con la madre? (Páginas 93-94).

La deportación de los eretrios. Filóstrato cuenta que cerca de Babilonia, en Cisia (Golfo Pérsico) había unos eretrios nativos de Eubea, que es una isla griega del mar Egeo. Los habían capturado los persas en represalia por la ayuda que en su momento le habían prestado a los habitantes de Mileto, durante una revuelta anti persa. Cuando los persas los atacaron, los eretrios pidieron ayuda a la cercana Atenas, pero nunca llegó. Los llevaron  por la fuerza a Cisia como mano de obra esclava. Los eretrios deportados eran mayoritariamente hombres, no todos combatientes, aunque también había algunas mujeres y niños. No todos los eretrios de Eubea fueron tomados prisioneros, la mayor parte escapó. Cisia, según Filóstrato, no tenía ciudades. Había allí aldeas y una tribu nómade. La gente tenía corta vida porque el agua estaba contaminada con asfalto, que se iba depositando en distintos lugares de sus entrañas hasta matarla.  Los eretrios habitaron en una aldea a la que habían rodeado con un "foso del río", según ellos contruido por ellos mismos para protegerse de los bárbaros. La tierra no era cultivable, debido al asfalto, salvo una colina donde los eretrios tenían sus sembrados. Como había allí una cantera y entre los eretrios había gente que sabía labrar la piedra, construyeron un templo al estilo griego y una plaza para el mercado, y altares a Darío, Jerjes, y probablemente a Artajerjes II, reyes persas. Los bárbaros vecinos a la colina donde sembraban, al comienzo del verano saqueaban lo plantado, de modo que los eretrios, que habían realizado el trabajo, luego pasaban hambre. De acuerdo con Filóstrato, Apolonio estuvo allí mucho después de la deportación y entre otras cosas visitó su cementerio. Sus antiguos sepulcros tenían incripciones de  nombres en griego, aunque con letras como nunca antes habían visto. Había también dibujos de naves gravadas en las tumbas si en Eubea el difunto había llevado una vida marinera. Entre las incripciones de las lápidas encontró esta:

"Nosotros, que antaño navegamos sobre el oleaje de profunda corriente del Egeo,
yacemos en el centro de la llanura de Egbátana
Salud, patria antaño afamada de Eretria, salud, Atenas,
vecina de Eubea, salud, mar querida." (1) (Páginas 94-99).

Imitación del cielo. Durante el viaje y la estancia de Apolonio en Babilonia, Filóstrato cuenta que encontró una habitación en cuyo techo se había realizado una imitación del cielo utilizando para eso lapislázuli, la piedra más azul que existe, y con un color muy parecido al del cielo. Bernabé Pajares menciona que Pierre Grimal señala que el edificio descripto por Filóstrato era muy conocido por los persas y que había sido imitado por el emperador Nerón en la construcción de su Domus Aurea. La sala que correspondía a la cúpula de ese grandioso palacio pretendía imitar, o tal vez mejor representar, al universo. El emperador se ubicaba en el centro de esa sala (Página 101).

Babilonia.
  • Cuando se llegaba a las grandes puertas de la ciudad, había un representante del rey que mostraba una imagen de oro. Si el recién llegado no se prosternaba ante ella (arrodillarse, venerarla) no podía ingresar. Este mandato no regía para personajes muy poderosos, como el representante del empeador de Roma (Página 102 ). 
  • La ciudad estaba protegida por una muralla y dividida por el río Eufrates. Un túnel secreto pasaba debajo del río y unía a sendos palacios reales de cad orilla. Se decía que la reina Medea había hecho construir el túnel. Para eso habían debido desviar transitoriamente el río, habían excavado la tierra de las orillas, techando la obra a la altura del lecho del río, y había restablecido el curso del Eufrates (Página 100). 
  • Babilonia tenían parques con fieras para cazar. Allí había leones, osos, panteras. Bernabé Pajares apunta que la palabra con que se designaba a estos parques significaba en su idioma "lugar rodeado de un muro" (con lo que cabe suponer, agrego yo, que los parques también lo estaban). Dice también que de ella deriva nuestra palabra "paraiso" (Página 115). 
  • Repetiré que cuenta Filóstrato que en Babilonia Apolonio y Damis encontraron una habitación en cuyo techo, construído en forma de cúpula se había realizado una imitación del cielo usando para eso lapizázuli (Página 101).

Los elefantes en la guerra. En el camino hacia la India, Apolonio y sus compañeros se cruzan con un rebaño de elefantes, lo que motiva comentarios sobre esos animales. Dicen que se utilizan en la guerra. Que se les montan torres que pueden cargar de diez a quince hombres a la vez. Que los soldados disparan desde esas torres sus flechas y sus jabalinas como "desde las puertas de una ciudad", lo que probablemente significa como apostados en alguna muralla, y que el mismo elefante con su trompa, que maneja como una mano, dispara proyectiles (Página 134).


Fuentes:
"Vida de Apolonio de Tiana", Filóstrato. Biblioteca Clásica Gredos (1).


miércoles, 22 de julio de 2015

Dionisio y la transformación de los piratas en delfines

El mito según Ovidio

En Metamorfosis, bajo el título "Los marineros tirrenos", Ovidio cuenta la historia de Acetes, timonel de un barco, Dionisio y los piratas tirrenos. La cuenta poniendo el relato en boca de Acetes.

Acetes dice que su familia era muy pobre. Su padre, que había sido pescador, al morir sólo le había dejado por herencia los anzuelos con que pescaba y el  conocimiento del oficio. Pero él no quería permanecer siempre en el mismo lugar, deseaba viajar, y aprendió a guiar barcos. Una vez que viajan rumbo  a la isla de Delos, atracaron por la noche en la isla de  Quíos. Acetes bajó a la playa y durmió en la arena.  Cuando llegó la mañana indicó la ubicación de una fuente y pidió que le trajeran agua. Luego volvió al barco y llamó a sus compañeros. Uno de ellos, a la cabeza de los otros, le llevó el botín que habían encontrado en el deshabitado paisaje. Un niño de hermosura virginal que había bebido mucho vino  y estaba muerto de sueño. El niño apenas si podía seguir al que lo guiaba. Marchaba tambaleándose. Acetes eseguida se dio cuenta, por su cara, su aspecto y su ropa, de que no era un niño común. No se trataba de un mortal. Al timonel del barco tirreno le resultó enseguida evidente que en él residía una divinidad, fuera el dios que fuese, Acetes le rogó al niño que  los ayudase en su viaje. Sus compañeros le contestaron que no suplicase por ellos, confiados en sus propias fuerzas.  Acetes entonces, que tenía el mando del barco, se opuso a que secometiese un sacrilegio en el barco, pero Licabante, "el más osado" de los tripulantes, un hombre que pagaba con el destierro un terrible crimen que había cometido en toscana, lanzó un golpe de puño contra Acetes que lo alcanzó en la garganta y lo hizo perder el conocimiento, y por poco la vida, porque casi cayó al agua, porque el barco ya estaba navegando. La desleal tripulación festejó entonces la violencia de Licabante contra su jefe.

Hasta aquí el niño, que era el dios Dionisio, se había comportado pasivamente, debido quizá a su estado de ebriedad. Pero los gritos y la refriega parecieron despejarlo. Preguntó entonces a los tripulantes que habían hecho con él. Porqué lo habían embarcado. Adónde querían llevarlo. Le dijeron que no temiese. Lo llevarían adonde él quisiera. El niño entonces dijo que quería llegar a la isla de Naxos. Así se hará, le contestan. Pero cuando Acetes volvió en sí y dirigió la nave a ese lugar, sus compañeros empezaron a darle indicaciones por señas, de manera solapada, de que siguiera hacia la dirección opuesta. Acetes entonces se dio cuenta de las malas intenciones de los otros y se resistió a seguir timoneando. Que otro se hiciera cargo del timón, dijo. No estaba dispuesto a tener participación en ese abuso. Los compañeros le echaron en cara que no estuviera con ellos en el asunto. Etalión lo sustituyó en el puesto. Entonces el niño, fingiendo la ingenuidad y la desprotección de un auténtico niño mortal en esa situación, miró hacia el mar y exclamó que no estaban navegando hacia donde le habían prometido y preguntó alarmado que iban a hacer con él. Les reprochó que siendo adultos engañasen a un niño, y que siendo muchos se aprovecharan de uno solo. El niño se puso a llorar y los tripulantes se ríeron con estruendo y brutalidad de él, mientras remaban a buen ritmo. De pronto el barco increíblemente se detuvo y quedó inmóvil ,como si estuviera en un dique seco. Ellos redoblaron sus esfuerzos con los remos y desplegaron las velas, para continuar avanzando. Pero para su sorpresa rápidamente crecieron hiedras, que enredaron los remos y les impidieron hacer. Las ramas de las hiedras abrazaron también las velas, privando al barco también de su otro sistema de propulsión. Dionisio entonces, con la frente adornada por racimos de vid, agitó una lanza cubierta por tiernos sarmientos. Y a su alrededor se materializaron tigres, linces y panteras. Al ver todos esos prodigios los marineros tirrenos se arrojan al mar llenos de pánico. Y en el agua se conviertieron en delfines.

De los veinte tripulantes solo quedó en el barco y con forma humana Acetes, que observó lo ocurrido muerto de miedo. Dionisio le dijo que no tenía nada que temer y le ordenó que se hiciera cargo del timón y pusiera rumbo a "Día". Acetes, cuando desembarcaron, se convirtió al culto de Dionisio, que aún practicaba cuando relató lo antedicho.

Existen otras versiones de esta historia.

El mito según Higino

1. En la versión que cuenta Higino en "Fábulas" se indica que los tirrenos fueron llamados más tarde etruscos y practicaban la piratería.

2. Higino hace más explícito el carácter amoroso homosexual del rapto. En su versión Dionisio (1) es un muchacho, no un niño, embarca y les pide a los marinos que lo lleven a Naxos, y ellos lo quieren violar debido a su gran belleza. En los comentarios de la edición de Gredos de "Fábulas" se menciona que fue Ovidio quien primero señaló el móvil homosexual del rapto de Dionisio, aunque este móvil, al menos en la edición de Alianza de "Metamorfosis" que poseo, esté sólo sugerido, sobre todo al calificar de virginal la belleza del niño.

3. En la versión de Higino también se dice que que los tirrenos eran en total doce, incluyendo a Acetes, y se da la lista de sus nombres.

4. Y se menciona que debido a la metamorfosis de los piratas en delfines, los delfines a partir de entonces fueron llamados tirrenos, nombre que finalmente fuedado a ese mar.

El mito según Apolodoro

Según la versión que Apolodoro cuenta en "Biblioteca mitológica", Dionisio alquiló un barco trirreme (2) de piratas tirrenos para ir a Naxos. Estos se hicieron con él a la mar, pero cuando llegaron a la isla siguieron de largo rumbo a Asia, con la intención de vender a Dionisio como esclavo. En "Biblioteca mitológica" no se individualiza a ningún personaje que se hubiese opuesto al secuestro; no hay ningún Acetes. Dionisio se defendió del atropello convirtiendo las velas y los remos en serpientes, y llenando todo el barco de hiedra y ruido de flautas. Los piratas, como en las versiones anteriores, presas del pánico, se echaron al agua donde fueron convertidos en delfines.


En "Himnos homéricos", el himno VII, dedicado a Dionisio, también narra esta historia.




(1) A Dionisio, Higino lo llama "Líber Pater", tal como lo conocían los romanos, que quiere decir "El Libre", o "El Padre Libre"

(2) "Nave de guerra inventada hacia el siglo VII a. C. Desarrollado a partir del pentecóntero, era más corto que su predecesor, un barco con una vela, que contaba con tres bancos de remeros superpuestos a distinto nivel en cada flanco." Citado de la Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Trirreme


Fuentes:
Ovidio, Metamorfosis - Libro III 581
Higino, Fábulas - CXXXIV. Los tirrenos
Apolodoro, Biblioteca mitológica - Libro III, 5, 3


lunes, 20 de julio de 2015

Arión y los piratas

 "Periandro...al decir de los corintios (y con ellos coinciden los lesbios), en el curso de su vida fue testigo de un extraordinario portento: la llegada al Ténaro, a lomos de un delfín, de Arión de Metimna, que era un citaredo..."
Herodoto - Historia - Biblioteca Gredos
          

Arión era un músico de la isla de Lesbos. Era un citaredo, o sea un artista que cantaba acompañándose de la cítara. Según Herodoto, Arión era muy bueno en su arte. Un citaredo sin par entre los de su época. Formaba parte de la corte de Periandro, tirano de Corinto. En una ocasión decidió viajar a Sicilia e Italia. Sicilia entonces formaba parte de la Magna Grecia. Quería mostrar allí su talento y de ese modo aumentar su fama y ganar dinero. Viajó, recorrió distintos lugares, cantó. Y cuando consiguió suficiente dinero y regalos debido a sus actuaciones, y consideró cumplido su propósito, decidió regresar a Corinto. Como no se fiaba de nadie más que de los corintios, fletó un barco de ese origen. Pero los tripulantes que viajaban con él se conjuraron para robarle lo que había ganado con sus actuaciones y asesinarlo. Herodoto narra esta historia sin recurrir a lo sobrenatural, pero existe su versión mitológica, de la que ofrece una versión Pierre Grimal. Este cuenta que entonces Apolo se le apareció  en sueños vestido como ejecutante de cítara, y le advirtió del peligro que lo acechaba, prometiéndole su ayuda. Ya en alta mar, tal como habían planeado, los marinos quisieron tirarlo por la borda para quedarse con su dinero. Arión ofreció regalarles todas sus riquezas a condición de que lo dejaran con vida. Pero los marineros no aceptaron. Le propusieron que se suicidara, para que ellos lo llevaran a tierra y fuera sepultado, de lo contrario lo arrojarían al mar. Entonces Arión pidió como último deseo que le dejaran cantar una canción. Cuando la terminase se suicidaría. Ese pedido le fue concedido. A los tripulantes del barco los deleitó la perspectiva de escuchar al mejor citaredo de su época. Arión se vistió con su mejor ropa, fue al puente del barco y cantó un himno litúrgico consagrado a Apolo. Y al terminar el himno se arrojó al mar, tal como estaba vestido. Cuenta Grimal que al escuchar el sonido de su voz  acudieron los delfines, que son los animales favoritos de Apolo (según la versión que da Herodoto, sólo un delfín). Uno de ellos se dejó montar por él, y lo llevó en su lomo hasta el cabo Ténaro.Ya en tierra, Arión realizó un sacrificio en honor de Apolo y regresó a Corinto, donde contó su peripecia al tirano Periandro. Este, según Herodoto, no le creyó y lo mantuvo bajo vigilancia sin permitirle ausentarse hasta que la nave, que Arión había contratado, llegó al puerto. Periandro los mandó llamar y le preguntó a los marinos por Arión. ¿Dónde estaba? ¿Qué le había pasado? Le dijeron que estaba muy bien, en Italia. Lo habían dejado en Tarento. Entonces  acudió a la estancia donde se hallaba reunidos Periandro y los marineros, Arión. Fue vestido con las mismas prendas con que se había lanzado del barco. Así los marineros no pudieron negar su culpabilidad. Según cuenta Pierre Grimal los marinos fueron condenados a muerte, siendo crucificados, aunque según otra versión fueron empalados.

Fuentes:
Herodoto - Historia, I 23, 24
Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana



sábado, 18 de julio de 2015

El secreto de Midas y la indiscreción de su peluquero

Midas fue un rey de Frigia. Un personaje que se hizo famoso por una desgracia que le sucedió por propia responsabilidad, originada por un pedido al dios Dionisio, y que consistía en convertir todolo que tocase en oro. Pero esa historia más conocida de Midas no se aborda aquí. Hay otra desventura en su vida que en esta sección importa.

Una vez, errando por los bosques, Midas se encontró en el monte Tmolo, de Frigia, cuando se desarrollaba la famosa competencia musical entre el dios Apolo y el sátiro Marsias (o Pan), y que terminó tan cruelmente para Marsias, que hasta puede ensombrecer la imagen del dios.


Tmolo, dios del monte del mismo nombre, era el juez de la competencia y decidió otorgar la victoria
a Apolo. Todos estuvieron de acuerdo salvo Midas, que opinó que la decisión del juez había sido injusta, o que debería haber ganado Marsias, porque la música del sátiro lo había conmovido. A Apolo ese comentario lo irritó y le dijo a Midas:

"Cual tuviste el corazón a la hora de juzgar, tales tendrás también las orejas." (1)

Y le hizo crecer orejas de burro. Orejas largas, cubiertas de pelo, que Midas podía mover a voluntad . A partir de ese momento Midas ocultó esas orejas. Llevaba siempre puesto un gorro en la cabeza para taparlas. Durante años consiguió su propósito y nadie sospechó. Pero llegó un día en que su peluquero (barbero) no logró guardar el secreto. Midas lo había amenazado con la muerte si lo llegaba a revelar. El peluquero, hablador como es característico de su oficio, no podía callar totalmente eso que sabía de Midas sólo él. No podía callar que el rey, al que sus súbditos respetaban y se sometían, tenía semejantes orejas. Entonces, una vez que el deseo de expresarlo en palabras fue incontenible, hizo un pozo en la tierra y cuando estuvo completamente seguro de que nadie había en los alrededores que lo pudiera escuchar, le dijo a la tierra en voz muy baja:

"El rey Midas tiene orejas de burro."

A continuación, para eliminar cualquier riesgo, por minúsculo e improbable que fuese, tapó el pozo y se fue mucho más aliviado, creyendo que nadie podría contar lo que había dicho. Pero las cañas que crecían o crecieron por ese lugar pronto divulgaron el vergonzoso secreto del rey. Que se esparció por la comarca con el viento. Así, según la versión que da Graves de la historia, Midas al saberse traicionado, condenó a muerte al peluquero y se quitó la vida bebiendo sangre de toro, que por aquella época se consideraba un poderoso veneno.

Por supuesto que Apolo al colocarle a Midas orejas de burro está diciendo que no sabe escuchar, que Midas es un burro para la música. Este mito, por otra parte, está saturado de elementos vinculados con el sonido y la audición. El deseo del peluquero de contar el secreto, contarlo a un agujero en la tierra, para que el sonido no se amplifique, sino todo lo contrario. Las cañas, cuyo sonido, cuando son agitadas por el viento, puede asociarse a un coro de voces. Lo que es pertinente para una historia que un desenlace o una consecuencia de una competencia musical.



Fuentes:
Higino: Fábulas (Editorial Gredos) (1)
Pierre Grimal, Diccionario de mitología griega y romana
Robert Graves: Los mitos griegos
Robin Hard: El gran libro de la mitología griega
Ovidio: Metamorfosis




domingo, 12 de julio de 2015

Apolo y la decrepitud de la sibila; la venganza de un dios desairado

En "Metamofrosis", Ovidio cuenta que en Cumas, Eneas entra en la cueva de la sibila y le pide que le permita llegar al Averno para visitar el espectro de su padre.

La sibila era una mujer que en estado de trance pronunciaba profecías inspiradas por un dios. Era una pitonisa que dictaba oráculos a los peticionantes. Cumas era una localidad próxima al Golfo de Nápoles; actualmente es un sitio arqueológico.

Cuando después de cumplida la visita, la sibilia guió a Eneas fuera del Averno, este le agradeció el servicio prestado. Le dijo que no sabía si ella era una diosa o una favorecida por los dioses, sin embargo para él siempre sería una divinidad, y cuando saliese al mundo de los mortales fundaría un templo y le ofrecería los honores del incienso.

Entonces la Sibila, con un tono seguramente de amargura y desconsuelo, le contó su historia. Le dijo que ella no era una diosa ni tampoco merecía los honores del incienso. Era sólo una mujer que en un tiempo había sido hermosa. Tanto que Apolo al verla se había enamorado de ella. Para tratar de seducirla y ganar sus favores, el dios le pidió que ella le dijera qué deseaba, que él se lo concedería. Entonces la sibila tomó un puñado de tierra del suelo y le pidió que le diera una vida que durara tantos años como granos de polvo tenía en su mano. Después de decir esto la sibila se dio cuenta que no había pedido también juventud eterna, y como no consintió en acostarse con el dios, sin retirarle el don que ya le había otorgado, el desairado dios no le otorgó adicionalmente aquello que ella no había pedido y que entraba así en una gracia que podía otorgarle discrecionalmente. Así ella fue enveneciendo más allá de lo normal y lo razonable debido al regalo del dios, un verdadero presente griego. Haciéndose cada vez más pequeña y menuda. Cuando Eneas se cruzó con ella en Cumas, la sibila, según Ovidio, ya tenía siete siglos de edad y le dijo a Eneas que aún le quedaban trescientos años por vivir, porque ese era el número de granos de polvo del puñado de tierra que había recogido. Le dijo a Eneas que si seguía viviendo todo ese tiempo que aún le quedaba ya no parecería alguien de quien un dios una vez se había enamorado, aunque sin duda en este punto Ovidio no es del todo fidedigno, porque la belleza debería haberse ya retirado de su cuerpo hace mucho tiempo trás setecientos cumpleaños.


Cuenta Petronio en su Satiricón, por boca del personaje Trimalción, que la sibila continuó achicándose hasta que finalmente la colocaron dentro de una botella, que colgaron en Cumas. Los niños jugaban con ella y cuando le preguntaban cuál era su deseo, como una vez le había preguntado Apolo, a diferencia de la respuesta que había dado entonces ahora la sibila decía:
"Quiero morir."


Fuentes:
Ovidio: Metamorfosis
Robin Hard: El gran libro de la mitología griega
Petronio: Satiricón






sábado, 11 de julio de 2015

Casandra, la profetisa veraz a la que nadie creía



Casandra era una de las hijas de Príamo, rey de Troya, y de su esposa Hécuba. Era hermana de Héctor y de Paris, entre otros, y melliza de Heleno. Como Heleno tenía el don de la profecía.

Según Servio (Comentarios a la Enéida), Higino (Fábulas), Apolodoro (Biblioteca Mitológica) Casandra recibió el don profético del dios Apolo. Una vez se quedó dormida en el templo de Apolo Timbreo, y al verla el dios se enamoró de ella. Entonces convinieron en que a cambio de transferirle la capacidad de vaticinar acontecimientos, ella se acostaría con él. Pero una vez que Casandra obtuvo lo que quería se negó a cumplir su parte del acuerdo. El dios le rogó que le diera un beso, y cuando ella se lo iba a dar, él le escupió en la boca. Así, en lugar de retirarle lo que ya le había dado, le sustrajo la capacidad de convencer de lo que ella pre-veía. De algún modo al escupirle en la boca había maldecido el órgano por el que debía dar a conocer las profecías y conseguir que le creyeran. 

Existe otra versión sobre el origen de la capacidad profética de Casandra. Según Antíclides, cuando se celebraba su fiesta de cumpleaños y la de Heleno, los mellizos se cansaron de jugar y se durmieron en el templo de Apolo, donde permanecieron toda la noche porque sus padres los olvidaron. Cuando Hécuba los fue a buscar al día siguiente, encontró a unas serpientes lamiéndoles los oídos. Gritó horrorizada y las serpientes escaparon. Esas lamidas de los ofidios serían, según esta versión, el origen de sus poderes proféticos.

Pierre Grimal distingue dos tipos de profetas. Los "inspirados", o sea aquellos que son poseídos por un dios, y en el delirio que esa posesión les acarrea dictan sus profecías. Y aquellos que aprenden lo que va a ser a partir de la interpretación de signos externos, como la forma de las entrañas de los animales, el vuelo de los pájaros, etc. Casandra habría sido una profetisa de la primera clase. O sea una profetisa "inspirada". Heleno, en cambio, se apoyaba en la interpretación de ciertos signos para profetizar.

Siguiendo a Esquilo en su obra "Agamenón", según Robert Graves, Casandra fue encerrada en un edificio piramidal por órdenes de su padre, para evitar el escándalo que provocaban sus profecías, que sin embargo su guardiana debían informar al rey en detalle.

La maldición de Apolo convirtió a Casandra en un personaje trágico. Un faro que avisa de los peligros con potente haz y exactitud, pero que sin embargo es fatalmente desatendido.


Profecías de Casandra

1. A la llegada de Paris a Troya (al nacer Paris había sido abandonado por orden de su padre en un lugar descampado) predijo que el muchacho traería la ruina de la ciudad. Según Grimal, Casandra estaba a punto de conseguir que fuera lápidado cuando reconoció que se trataba de un hijo de Príamo, lo que le salvó la vida. Esta habría sido la única profecía de Casandra  que logró convencer.

2. Reiteró la advertencia cuando Paris llevó a Helena a Troya, lejos de su marido. Casandra dijo que la acción de su hermano perdería la ciudad. No la escucharon. No le creyeron.

3. Fue la primera persona en saber que Príamo, después de su conversación con Aquiles, regresaba a Troya con el cadáver de su hijo Héctor, hermano de Casandra.

4. Se opuso a que los troyanos arrastrasen el enorme caballo de madera que los griegos habían dejado en la playa y lo llevaran adentro de los muros de la ciudad. Dijo que estaba lleno guerreros armados. Tampoco su aviso de peligro tuvo efecto.

 5. Hay otras profecías de Casandra. Vaticinios sobre el destino de las mujeres troyanas que fueron hechas prisioneras después de la toma de la ciudad. Profecías referidas a su primo Eneas; su huída y la fundación de una nueva nación en Roma. (Pierre Grimal). Profetiza la muerte de Agamenón (Enciclopedia Británica, Encarta 2008) y la suya propia a manos de Egisto y Clitemnestra. El destino de Hécuba, su madre. Los diez años de vagabundeos de Odiseo antes de poder alcanzar su patria. El asesinato de Egisto y Clitemnestra por parte de Orestes y Electra. (artículo en inglés sobre Casandra de la Wikipedia). (1)


Durante el saqueo de Troya, Casandra se refugió en el templo de Atenea. En la Grecia antigua existía la obligación de respetar la inmunidad de quien llegaba a ese lugar. Pero Áyax, hijo de Oileo, la persiguió hasta allí y la retiró de ese lugar por la fuerza. La arrancó de la estatua, que se tambaleó ante el forcejeo. En ese momento Casandra miró al cielo. Los griegos quisieron lapidar a Áyax por ese sacrilegio, pero este escapó y se refugió en el propio templo que había mancillado. El sacrilegio de Áyax tendría malas consecuencias para el regreso de los griegos a sus hogares.

En el reparto del botín de guerra Casandra fue apropiada por Agamenón, jefe de los griegos, que se enamoró apasionadamente de ella y la llevó con él a Micenas. Así, en el viaje, la hija de Príamo, que se había mantenido virgen hasta entonces, fue madre de mellizos.

A la llegada al palacio del jefe de los griegos (de los aqueos), Clitemnestra, esposa de Agamenón, y Egisto, amante de esta, asesinaron Agamenón. Según escribe Robert Graves, Casandra se quedó afuera del palacio sumida en un delirio profético. Se negó a entrar gritando que olía a sangre y previendo una gran desgracia. Clitemnestra, luego de asesinar a su marido, mató a Casandra y Egisto asesinó a los mellizos.

Casandra a veces es llamada Alexandra.

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(1) Consigno las fuentes para este heterogéneo grupo de profecías porque salvo Grimal, el resto de las fuentes o no son libros dedicados específicamente a la mitología, como ser las enciclopedias, o se tratan de artículos de la web.



Fuentes:
Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana
Robert Graves: Los mitos griegos
Apolodoro: Biblioteca mitológica - Edición de Alianza Editorial
Enciclopedia Británica 2013
Encarta 2008
Wikipedia: Cassandra - https://en.wikipedia.org/wiki/Cassandra






sábado, 20 de junio de 2015

El viaje de Odiseo al Hemisferio Sur

 "¡Oh septentrión, qué triste lugar eres, pues que te ves privado de mirarlas!" (1)                                          La Divina Comedia, Dante Alighieri.




En la Divina Comedia, cuando Dante y su guía, el poeta Virgilio, recorren el Infierno, llegan a un lugar donde sufren su condena dos famosos héroes griegos que participaron de la guerra de Troya: Odiseo (Ulises según Dante) y Diomedes. Están allí debido al engaño del caballo de Troya y al robo del Paladio, escultura antigua, de madera, que representaba a Atenea y que el adivino Heleno, hijo de Príamo y hermano de Casandra, había vaticinado que mientras permaneciera en Troya, la ciudad no caería. En el infierno las almas de los condenados se encuentran cada una encerrada en una llama, donde arden y sufren solitarias, pero en el caso de Odiseo y Diomedes se encuentran encerrados en la misma llama. Una que por arriba se divide en dos. Es una llama "bicorne", o sea con dos cuernos. Cuando Dante y Virgilio se detienen frente a la llama de los dos gloriosos aqueos, el poeta les suplica que cuenten cómo encontraron la muerte, y el cuerno más alto de la llama empieza a oscilar, mueve la punta aquí y allá como si fuera una lengua, y Odiseo habla.

Dice que cuando que cuando se despidió de Circe y dejó la isla de Eea (Gaeta según Dante), después de permanecer con ella preso un año, ni la dulzura que le inspiraba su hijo Telémaco, ni la piedad por su anciano padre Laertes, ni el amor que sentía por su esposa Penélope, fueron más fuertes que su deseo de conocer el mundo, y los vicios y el coraje de los seres humanos. Por lo tanto en lugar de poner la proa hacia Ítaca, con los pocos compañeros que le quedaban, Odiseo se lanzó por el ancho mar. Así avistaron Cerdeña, luego la costa de España y de Marruecos. Odiseo dice que sus compañeros y él ya estaban viejos y cansados cuando llegaron al lugar conocido como las columnas de Heracles (o Hércules), que es el estrecho de Gibraltar. Dejan atrás Sevilla; ya habían superado a Ceuta. Entonces Odiseo exhorta a sus compañeros. Les dice que ellos, que son sus hermanos, y con él han superado incontables peligros hasta llegar a Occidente, que es el lugar donde ahora están, al poco tiempo que les resta de vida no le escatimen la experiencia de seguir al sol y llegar así al mundo deshabitado. Los seres humanos, agrega, no han sido hechos para vivir como los brutos sino para ser virtuosos y alcanzar el conocimiento. Los compañeros se entusiasman ante las palabras de su caudillo, y siguen su viaje hacia más allá de lo conocido. Pronto, a medida que avanzan, descubren en el cielo, por las noches, las estrellas del otro polo del planeta. Hay que recordar la importancia que tenían las estrellas para los navegantes antiguos. Y ven también que las tierras del mundo conocido, que han dejado atrás, ya se pierden de vista. El viaje dura cinco lunas. Al cabo de ese tiempo divisan un monte oscurecido por la gran distancia (una montaña parda en el horizonte, según Borges), más alto que cualquier otra elevación que Odiseo, el viajero, hubiese visto antes. Se alegraron de haberlo visto (probablemente porque se creía que más allá allá del mundo conocido se extendía sólo un universo marítimo), pero su alegría pronto se transformó en tristeza, porque se desató una fuerte tormenta que sacudió el barco, lo hizo girar tres veces, y a la cuarta vez levantó su popa y hundió la proa hasta que las aguas los tragó y murieron.


       Ilustración: Odiseo y la Cruz del Sur - Tinta china sobre papel - Omar Caíno



Borges tiene un ensayo sobre este episodio.

a) Dice que la nave de Odiseo se dirige al sur. Si bien dejar atrás las columnas de Heracles no significa necesariamente ir al sur, como ya vimos Dante escribe que Odiseo y sus compañeros, durante ese viaje, pudieron ver las estrellas que adornan las noches del otro polo.

b) También interpreta que las cinco lunas que menciona Dante no son cinco noches, sino cinco meses, lo que cabe si un barco de la época de Odiseo, partiendo de Gibraltar, alcanzara el Hemisferio Austral.

c) Menciona que la enorme elevación que Odiseo y sus compañeros avistan antes de hundirse y morir es "la santa montaña del Purgatorio", que está prohibida para todos los mortales.
  •   De hecho, al comienzo de la parte de la Divina Comedia dedicada al Purgatorio, cuando Dante acaba de salir del infierno para dirigirse al Purgatorio, ve las estrellas del Hemisferio Sur, entre ellas la Cruz del Sur, lo que establece la ubicación de la santa montaña.
  •   Al fin del primer canto del Purgatorio se dice: "Llegamos después a la desierta playa que no vio nunca navegar sobre sus aguas a hombre alguno que fuese capaz de volver." (1)
Dado que aquella elevación era algo que no podían contemplar los mortales, el hundimiento de la nave y la muerte es el desenlace necesario y natural del último viaje de Odiseo y de sus compañeros. Aunque es verdad que la mitología narra las visitas que otros héroes hicieron a otro lugar también vedado a los vivientes y sin embargo esos regresaron con vida. Me refiero a Orfeo, Teseo y Heracles. 

d) Borges compara a Odiseo con Dante. Dice que Dante era teólogo y la composición de La Divina Comedia, en la que equipara a Beatriz Portinari con la Virgen María y con Jesús, donde juzga, condena y salva según su criterio (como si fuera Dios todopoderoso), donde realiza definiciones en materias apenas indicadas en las Escrituras, que ese libro maravilloso (en más de un sentido) que él escribió a principios del siglo XIV, con todas esas licencias religiosas que se tomó, Borges dice que para Dante fue una empresa arriesgada y pudo haberle resultado fatal, como fue arriesgado y ciertamente le resultó fatal el viaje al Hemisferio Sur que hizo Odiseo.

En sus aventuras, Odiseo, según Dante, según Borges, llega tan lejos que alcanza a ver lo que está prohibido que los ojos humanos vean, al menos mientras esos ojos vivan.

 Fuentes:
"La Divina Comedia", Dante Alighieri, edición de la Biblioteca de Autores Cristianos (1).
"Nueve ensayos dantescos", Jorge Luis Borges






sábado, 13 de junio de 2015

Las infidelidades de Penélope, esposa de Odiseo

La versión dominante sobre la historia y la personalidad de Penélope proviene de la Odisea, de Homero. La presenta como modelo de fidelidad conyugal. Odiseo estuvo veinte años ausente de su patria, debido a la guerra de Troya y ella se mantuvo inaccesible a los muchos pretendientes que la asediaron. No voy a dar más detalles de esta versión homérica porque es muy conocida. Pero existen mitos posthoméricos que sí vale la pena mencionar.

Se dice que Nauplio "el destructor"

http://mitologiayguardas.blogspot.com.ar/2013/11/nauplio-el-navegante.html

para vengar la muerte de su hijo Palamades, instigada por Odiseo, hizo circular la noticia de que este había muerto en Troya, lo que habría provocado el suicidio de Anticlea, madre de Odiseo, y el intento de suicidio de Penélope, arrojándose al mar, a la que habrían salvado de morir ahogada unos pájaros.

Otra de las tradiciones cuenta (está en Pierre Grimal) que Penélope se habría acostado con los 129 pretendientes (esta versión invierte totalmente el mito de la fidelidad) y de esas relaciones promiscuas e ilícitas habría nacido el dios Pan, mitad hombre y mitad macho cabrío, con cuernos en la frente y poderosa actividad sexual (un hijo monstruoso consecuencia de un hecho monstruoso). Aunque Apolodoro menciona que según algunos Pan habría sido hijo de Penélope y Hermes.

Otra tradición cuenta que Odiseo al regresar a Ítaca, al darse cuenta que Penélope le había sido infiel (por supuesto que Odiseo también le había sido infiel a ella) la habría desterrado. Ella se habría ido a Esparta, y luego a Mantinea, donde habría muerto.

Otra tradición cuenta que Odiseo la habría asesinado como castigo por los amores de Penélope con uno de los pretendientes.

Según otra tradición después de su regreso a Ítaca, Odiseo habría tenido otro hijo con Penélope, aparte del que ya tenían llamado Telémaco. Luego habría partido a la tierra de los tesprotos, para propiciar con un sacrificio a Poseidón. Durante su estancia con Circe, Odiseo también había tenido un hijo con ella, llamado Telégono, que tiene un poema perdido dedicado, que se llama: "La Telegonía", escrito por Eugamón de Cirene; un griego africano. Este poema fue escrito en el siglo VI a. d. C. como continuación de la Odisea. Narra lo que pasó después que Odiseo regresó a Ítaca Así se sabe que una vez que Telégono llegó a hombre supo quién era su padre y se dirigió al reino de este para darse a conocer a Odiseo.  En Ítaca robó ganado y se enfrentó con Odiseo, que quiso defender su propiedad. En el combate Odiseo fue herido por Telégono, cuya lanza tenía espinas de pez raya, que se creía poseedoras de un veneno mortal, y falleció. Telégono al saber que había matado a su padre lamentó mucho su crimen. Llevó su cadaver a Eea, la isla Circe, ubicada en el Mediterráneo. Penélope fue con él. Allí Circe casó a Penélope y Telégono, y de ese matrimonio nació Ítalo, nombre que es epónimo de Italia.

Para completar la profusión de versiones voy a citar la que da Higino, que es una variante de la anterior. Aquí Telégono va a buscar a Odiseo por pedido de su madre Circe. Una tempestad lo arrastra hasta Ítaca. Este hijo de Odiseo, por hambre, empezó a devastar los campos de su padre. Odiseo y Telémaco trataron de defender sus bienes y Odiseo terminó muerto, cumpliéndose así un vaticinio que le advertía que se cuidara de una muerte proveniente de su hijo. Cuando Telégono supo quién había sido el muerto, llevó a Odiseo a la isla de Circe por mandato de Atenea. Con él viajaron Penélope y Telémaco. Una vez en esa isla, sepultaron los restos de Odiseo. Luego, debido a una recomendación dada por Atenea, Telégono se casó con Penélope, y Telémaco se casó con Circe, o sea ambos hijos se casaron con la mujer de su padre, y ambas esposas se casaron con los hijos de su esposo, aunque preservados del incesto por no ser los hijos, nacidos de ellas. Circe y Telémaco engendraron a Latino, nombre epónimo de la lengua latina, y Penélope y Telégono engendraron a Ítalo.


Fuentes:
Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana
Higino: Fábulas
Apolodoro: Biblioteca mitológica
W. B. Stanford: El tema de Ulises

  Guarda: Caballo de Troya


domingo, 7 de junio de 2015

Calisto, transformada en osa y cazada por las flechas de Ártemis

Siguiendo principalmente a Apolodoro, Calisto (que no es la misma que Calipso, la maga que retuvo a Odiseo en su isla cuando el héroe regresaba a Ítaca), era hija de Licaón. Se había hecho compañera de caza de la diosa virgen Ártemis, vestía como ella y había jurado que también mantendría la castidad. Zeus la deseaba y para poseerla aún contra su voluntad, se hizo pasar por Ártemis o se hizo pasar por Apolo, el hermano de Ártemis. Una vez que logró lo que deseaba, para ocultarle la infidelidad a Hera, Zeus transformó a Calisto en una osa. Pero Hera se enteró y convenció a Ártemis de que disparara sus saetas contra la bestia y así la diosa cazadora la mató. Aunque también se cuenta que Ártemis la mató por no haber guardado su promesa de mantener la virginidad. Zeus la colocó en el cielo, como la Osa Mayor. Higino describe la constelación en que, después de muerta, Calisto fue convertida. Dice que en la cabeza la Osa tiene siete estrellas de poco brillo, en cada oreja tiene dos estrellas, en el omóplato tiene una, en el pecho una, en la garra de adelante una, en la pata posterior dos, en la garra de atrás dos, en el extremo de la cadera una, en la cola tiene tres. Higino dice que en total la Osa tiene veinte estrellas. Aunque la suma del catálogo que hizo en realidad suma veintidós. Zeus se apoderó del hijo que había engendrado con la pobre Calisto, lo llamá Árcade (o Arcas), se lo entregó a Maya, de Arcadia, para que lo criase

Fuentes:
Apolodoro: Biblioteca mitológica
Higino: Fábulas

      Guarda: Cibeles del mar. A Cibeles se la representaba coronada de torres.

sábado, 6 de junio de 2015

Atalanta y la carrera mortal contra los pretendientes

Sobre el mito de Atalanta existen al menos dos versiones; una correspondiente a la provincia griega de Arcadia y la otra a la provincia de Beocia. La historia de Atlanta está compuesta de varias sucesos, aunque sólo dos son centrales: su participación en la cacería del jabalí de Calidón y la carrera contra los pretendientes. Robin Hard señala que la primera aventura podría ser un mito arcadio y el de la carrera de origen beocio. Y podría darse el caso entonces de que  originariamente hubiera habido dos Atalantas distintas. Aquí vamos a relatar básicamente el mito de la carrera contra los pretendientes suponiendo que hubo sólo una Atalanta, como hacen Pierre Grimal, Hard y otros.

Su padre, Esqueneo (o Yaso, o Ménalo) sólo quería hijos varones y cuando nació Atalanta la hizo abandonar en el monte Partenio. Habría muerto de no ser porque una osa iba a menudo a donde ella estaba y la amamantaba. Así sobrevivió hasta que la recogió un grupo de cazadores. Ellos la criaron. Ya mujer, Atalanta se quedó allí, viviendo en una cueva y cazando.

Una noche dos centauros, llamados Roico e Hileo, entraron borrachos en su cueva para violarla. Advertida por la luz de sus antorchas, ella los esperaba preparada y los mató con sus flechas.

Participó de la cacería del jabalí de Calidón y fue allí el primer cazador que logró herir a la bestia, recibiendo como premio, de parte de su matador, Meleagro, los despojos del jabalí. Véase:


También formó parte de los juegos fúnebres en honor a Pelias, que tuvieron lugar en Yolco, bajo el gobierno de Acasto. Atalanta allí venció a Peleo, el padre de Aquiles, en la competencia de lucha. O tal vez venció la competencia de carrera.

Atalanta había decidido no casarse porque un oráculo le había vaticinado que de hacerlo se transformaría en animal, o porque había decidido seguir el ejemplo de su diosa patrona, Ártemis, cazadora y virgen. Por eso, para ahuyentar a los pretendientes los desafiaba a competir con ella en una carrera. Ella partía detrás de ellos, y armada, dándoles así doble ventaja. Si su competidor ganaba la carrera, podía reclamar la mano de Atalanta, pero si ella los alcanzaba, los atravesaba con su lanza. Apolodoro cuenta que Atalanta debía cubrir con su carrera un estadio, en tanto que sus pretendientes debían recorrer la mitad de esa distancia, pariendo del lugar marcado por una lanza que Atalanta clavaba.

Mató a muchos pretendientes, hasta que la desafió   Hipómenes, hijo de Megareo (o Melanión, hijo de Anfidamante). Este suplicó a Afrodita que lo ayudase a conseguir a la esquiva cazadora y la diosa le dio tres manzanas de oro, tomadas de un árbol que se alzaba en Chipre, o tal vez manzanas del jardín de las Hespérides. Hipómenes debía dejarlas caer durante la carrera para retrasar a Atalanta. Así cada vez que Atalanta lo alcanzaba con su lanza lista para atravesarlo, Hipómenes soltaba una manzana y la cazadora, al detenerse a juntarla lo dejaba volver a ganar distancia. Atalanta se detuvo a recoger las manzanas caídas por curiosidad o quizá porque se había enamorado de Hipómenes.

Así Hipómenes ganó la carrera, y con ella ganó su propia vida y a Atalanta.

Según se cuenta, tiempo más tarde, durante una cacería, los dos esposos se refugiaron en una cueva, que era templo de Zeus o de Cibeles, para saciar su pasión. Zeus indignado por esa profanación, los convirtió en leones. En la antigua Grecia se creía que los leones no se apareaban entre sí, sino con leopardos.


Atalanta tuvo un hijo de Hipómenes, o de Meleagro (ver la cacería del jabalí de Calidón), o de Ares, llamado Partenopeo.

Fuentes:
Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana
Robin Hard: El gran libro de la mitología griega
Apolodoro: Biblioteca mitológica

   Guarda: Escudos y lanzas

domingo, 31 de mayo de 2015

La concepción de Apolo, Dionisio, Heracles y la concepción de Jesucristo

La inmaculada concepción de Cristo, concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, puede compararse con la concepción de algunos dioses griegos nacidos de mujeres mortales, como es el caso de Apolo o de Dionisio, o el caso de un mortal que después de la apoteosis se convierte en Dios Olímpico, como pasa con Heracles (Hércules para los romanos).

En los casos de Apolo y Dionisio, Zeus copuló con sus madres, Leto y Sémele respectivamente. Ninguna de las dos tenía en esos momentos marido mortal. De esa relación entre un ser humano y un dios, nacieron dioses.

En el caso de Heracles, cuando su madre, Alcmena, copuló con Zeus, estaba casada con Anfitrión, y
la misma noche que Alcmena se apareó con Zeus, también se apareó con su marido. Así nacieron dos mellizos, uno divino, Heracles, y uno humano, Ificles.


Otro tanto pasó con Leda, esposa de Tindáreo, rey de Lacedemonia. La misma noche que Zeus se apareó con ella, también lo hizo su marido. De esas uniones nacieron Helena y Pólux, de origen divino, y Clitemnestra y Castor, engendrados con su marido.


Zeus se apareó con muchas mujeres mortales bajo distintas formas de animales y demás. Entre ellas se pueden recordar: como cisne con Leda, madre de Helena y de Pólux. Como toro con Io, madre de Épafo. Como lluvia de oro con Dánae, madre de Perseo. Tomando el aspecto de Anfitrión, marido de Alcmena, con Alcmena, madre de Heracles.

La Virgen María concibe a Jesucristo, dios cristiano, para usar las palabras utilizadas por el propio cristianismo, por obra y gracia del Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo, representado como una paloma por el cristianismo, es una de las tres personas que componen la Santísima Trinidad, o la Trinidad a secas. Por lo tanto María concibe a Cristo por obra de Dios. La analogía con la concepción de los hijos de Zeus y de las formas que adopta Zeus para aparearse con sus consortes es evidente.

El cristianismo le asigna a la copulación una naturaleza pecaminosa y por eso mismo llega incluso a negar que María alguna vez pudiese haber copulado con su marido, José, y tuviera otros hijos, hermanos de Jesús. Pero esas afirmaciones, que sí se alejan de las narraciones griegas, son ajenas al Nuevo Testamento.

Si bien es verdad que los dioses griegos sienten deseos carnales, gozan cuando copulan, incluso muchas veces violan a las mujeres mortales que persiguen, en tanto que el dios trinitario fecunda a María sólo como un acto que obedece a un designio propio, libre de la búsqueda del placer, y eso está en las Escrituras.

      Guarda: El obelisco de Heliópolis

martes, 26 de mayo de 2015

Glauco, hijo de Sísifo, devorado por sus propias yeguas

Glauco era hijo de Sísifo y de Mérope. Sucedió a su padre en el trono de la futura Corinto. Murió al ser devorado por las yeguas que tiraban de su carro mientras participaba en la carrera de cuadrigas de los juegos fúnebres que se celebraron en Yolco, en honor de Pelias, donde fue vencido por Yolao.

La cuadriga era un carro de la antigüedad tirado por cuatro caballos, colocados estos en una misma línea, uno al lado del otro, todos a la misma distancia del conductor o auriga. Del latín quadri (cuatro), iugum (yugo), iungere (uncir).

Existen varias versiones acerca de las razones de la tragedia. Se dice que Glauco les daba de comer a sus yeguas carne humana para volverlas más agresivas y violentas en la batalla, pero que en los juegos en honor a Pelias debió hacerlas pastar, y ellas saciaron en la humanidad de Glauco su deseo de carne. De acuerdo con otra versión Glauco impedía que sus yeguas se apareasen creyendo que de ese modo se volverían más veloces. Afrodita se indignó ante semejante prohibición y enloqueció a los animales. Según otra versión
las yeguas comieron una hierba especial en Beocia, que les despertó una furia homicida, o bebieron agua que tuvo esa misma consecuencia. 

Después de muerto, Glauco se convirtió en un fantasma maligno llamado Taraxippos, que quiere decir el que asusta o aterroriza a los caballos. Así, Glauco, convertido en Taraxippos una vez muerto, espantaba a los caballos que competían en las carreras de los juegos Ístmicos, que tenían lugar cerca de Corinto, provocando de ese modo muchas muertes.

Los juegos fúnebres en honor a Pelias fueron organizados por su hijo Acasto. Ofrecieron al público competencias deportivas y competencias artísticas o musicales. Entre las deportivas pueden mencionarse: tiro de jabalina, carrera de caballos, carrera de cuadrigas, tiro al arco, tiro con honda, lucha. Las competencias musicales fueron: flauta, lira, canto, canto con acompañante.

Fuentes:
Robin Hard: "El gran libro de la mitología griega"
Robert Graves: "Los mitos griegos"
Pierre Grimal: "Diccionario de mitología griega y romana"
Etimología de la palabra "cuadriga": http://etimologias.dechile.net/?cuadriga


   Guarda: Erictonio, primer rey de Atenas, mitad hombre mitad serpiente.

martes, 19 de mayo de 2015

Éaco, abuelo de Aquiles, y la defensa y las invasiones de la ciudad de Troya

Éaco era hijo de Zeus y de de la hija de un dios río llamada Egina. Fue a una isla a la que puso el nombre de su madre, que estaba desierta salvo sus numerosas hormigas. Entonces Éaco pidió a su padre Zeus que transformara a las hormigas en hombres y este así lo hizo. De ese modo tuvo un pueblo sobre el que reinar. Llamó a su pueblo Mirmidones, que quiere decir hormigas.

Éaco se casó con Endeis, hija de Escirón, y tuvieron dos hijos: Telamón y Peleo. Años después de lo que aquí se va a narrar, Peleo sería el padre de Aquiles, y Telamón el padre del gran Áyax. El gran Áyax sería el héroe más valiente y más fuerte en la guerra de Troya después de Aquiles.

Cuando Zeus ordenó a Poseidón y Apolo contruir las murallas de Troya como castigo por una conspiración de los dioses contra él, le pidieron a Éaco que los ayudara, porque si sólo dioses hubieran construido sus murallas, Troya habría sido invulnerable.

Éaco ya había demostrado en su isla cierta relación con las grandes construcciones. Se dice que había rodeado Egina de acantilados escondidos debajo de las aguas como sistema de defensa contra sus enemigos. También el mito que vincula a Éaco con las hormigas, famosas por sus construcciones; los hormigueros.

Una vez que terminaron la construcción de las murallas Poseidón, Apolo y Éaco, tres serpientes intentaron escalar las almenas. Dos de ellas trataron de alcanzarlas subiendo por la parte de las murallas construidas por los dioses y cayeron muertas, pero la que trató de subir por la parte de la muralla construida por Éaco, lo consiguió. Así Apolo interpretó la señal como que Troya sería tomada por la parte de la muralla construida por el que no era un dios.

Varios descendientes de Éaco tuvieron participación activa en las dos invasiones griegas de la ciudad de Troya, dotada de murallas para detener invasiones con la ayuda de él. Primero fueron Peleo y Telamón, hijos de Éaco. Luego Aquiles, Áyax y Teucro, nietos de Éaco. Y Neoptólemo, hijo de Aquiles, bisnieto de Éaco.

Las fuentes difieren acerca de si Telamón era hijo de Éaco. Este tiene dos genealogías.


Nota bene: 

(1) En el mito del poblamiento la isla de Egina, las hormigas son transformadas en hombres y el pueblo de Egina se llama Mirmidones, que quiere decir hormigas.

(2) En el mito del diluvio enviado por Zeus a la tierra, Deucalión y Pirra, pareja sobreviviente salvada en un arca, arroja piedras hacia atrás para que renazca la humanidad y Zeus las convierte en personas. De allí, escribe Apolodoro, "piedra" y "pueblo" en muchos idiomas se dicen con la misma palabra.

(3) En el mito de Cadmo, fundador de Tebas, después que este mata a una serpiente, que a su vez había matado a la mayoría de sus hombres, se le aparece Atenea y le dice que siembre los dientes de la serpiente. Cadmo lo hace y brotan del suelo hombres armados llamados Spartoi, que quiere decir "hombres sembrados".

Mirmidones, piedra y pueblo, hombres sembrados.

Fuentes: 
Robin Hard, "El gran libro de la mitología griega".
Pierre Grimal: "Diccionario de mitología griega y romana"
Robert Graves: "Los mitos griegos".
Apolodoro: "Biblioteca mitológica".





domingo, 17 de mayo de 2015

Perseo en guerra contra Dionisio: las Mujeres del Mar

De acuerdo con un mito muy extraño procedente de la argólide, el dios Dionisio atacó la ciudad de Argos en tiempos de Perseo desde las islas del mar Egeo, con un ejército de mujeres llamadas las Mujeres del Mar. Perseo defendió la ciudad, mató la mayor parte de las atacantes y venció. Los cuerpos de esas mujeres fueron enterrados en una fosa común  que aún podía localizarse en tiempos históricos.

Según otra versión de la misma historia, durante la batalla, Perseo incluso ahogó a Dionisio en el lago de Lerna, que se decía no tenía fondo. A partir de ese momento el dios terminó su vida terrena y vivió sólo en el Olimpo, reconciliado con Hera. Recuérdese que Hera había sido responsable de la muerte de la madre de Dionisio, llamada Sémele.

En ese mismo combate por la defensa de Argos, Perseo habría matado a Ariadna, la esposa de Dionisio, la que había ayudado a Teseo contra el Minotauro, y que Teseo abandonó en una isla.

Según otro relato, después de la guerra, Perseo y Dionisio se reconciliaron gracias a la mediación de Hermes.

Fuentes:
Robin Hard, "El gran libro de la mitología griega".
Pierre Grimal, "Diccionario de mitología griega y romana".









sábado, 16 de mayo de 2015

Genealogías: Los reyes de Argos, Creta, Tebas, Micenas


Este árbol genealógico muestra los lazos de sangre entre los gobernantes de las ciudades de Argos, Creta, Tebas y Micenas, y ubica dentro dentro de esas familias a grandes héroes y dioses de la mitología.

El origen de todo es Inaco, dios del mayor río de la Argólide, y padre de Foroneo, el primer hombre de Argos, y quizá también el primer hombre.

Io fue descendiente de Inaco y amante de Zeus. Fue convertida en una vaca y asediada por un tábano. Abandonó Argos y se estableció en Egipto. Su hijo Épafo fue rey de Egipto.

El árbol se abre con el nacimiento de Belo y Agénor, mellizos o gemelos, hijos ambos de la nieta de Io, llamada Libia, epónimo de la región de Africa.

Belo, rey de Egipto,y luego su hijo Dánao, daran origen a la dinastía reinante en Argos, y a través de Acrisio, rey de Argos, serán ancestros de Perseo y posteriormente del mayor héroe griego: Heracles (Hércules).

El otro hijo de Libia, llamado Agénor, que será rey de Fenicia, tendrá dos hijos importantes. Europa, raptada por Zeus, que se la llevará a Creta montada sobre su lomo, transformado el dios en toro, será la madre de Minos, rey de Creta.

El otro hijo de Agénor, Cadmo, será el fundador y rey de Tebas, y casado con Harmonía el padre de Sémele, que a su vez será madre del dios Dionisio. También Cadmo y Harmonía serán ancestros de Edipo de Tebas.


Elaboración propia 


Fuentes:
Robin Hard, "El gran libro de la mitología griega"


   Guarda: Símbolos cristianos.



domingo, 10 de mayo de 2015

Genealogías: Los reyes de Atenas

Las historias de la mitología griega pueden ordenarse por ciudades o por linajes (árbol genealógico). Siguiendo esos dos criterios aquí se presenta una lista de los reyes de Atenas y sus descendientes. No es una lista completa porque se volvería muy abigarrada. Es una lista que sólo tiene el valor de ayudar a hilar historias, para que no queden "sueltas", para captar sus relaciones y también recordarlas más fácilmente.

Un linaje muy importante en la historia mitológica de Atenas es el de Erictonio-Erecteo. No es el primer rey. Lo preceden tres, de los cuales el más importante es Cécrope, que no tuvo padre ni madre, nacido sólo de la tierra, de Gea, y que tenía la parte superior de su cuerpo de hombre y la parte inferior de serpiente. Intervino en el tribunal que decidió la disputa entre Atenea y Poseidón para dirimir a quién pertenecía la ciudad, que por supuesto ganó Atenea.

A Cécrope, como rey de Atenas, lo sucedieron otros dos monarcas, también nacidos de la tierra y
que no figuran en la genealogía aquí presentada: Cránao y Anfictión. Según Robin Hard podrían haber sido colocados como parte de la genealogía por ciertos mitógrafos sólo para no dejar huecos en un árbol que debe cubrir muchos siglos, desde épocas arcaicas a un período cercano a la guerra de Troya. Contar con una cronología de reyes lo más completa posible permite sincronizar eventos con los linajes de otras regiones, como Argos y Tebas. Según dice Hard, a Cránao y a Anfictión, en su época se los conocía como ciudadanos atenienses, no como reyes.

Siguiendo a Robin Hard en tiempos de Herodoto parece que se enumeraba sólo cuatro reyes de Atenas hasta llegar a Teseo: Cécrope, Erictonio-Erecteo, Pandión y Egeo, padre de Teseo.

Erictonio-Erecteo también fue hijo de la tierra, como Cécrope, pero en su caso tuvo padre. Era hijo de Hefesto, el dios del fuego, de gran habilidad para el trabajo con los metales. Un dios rengo, o cojo, marido de Afrodita, al que ella engaña continuamente con otros hombres, principalmente con su amante Ares, dios de la guerra. Según una de las versiones, que cuenta Robert Graves, Atenea, diosa virgen, quería unas armas. Se las pidió a Hefesto, que no le exigió nada a cambio. El dios del fuego sólo dijo tímidamente que las haría por amor. Atenea no comprendió totalmente el sentido de esas palabras y cuando fue a buscar las armas, y en la fragua vio como Hefesto martilleaba el metal al rojo vivo, él se abalanzó y quiso violarla. Atenea se lo sacó de encima, pero Hefecto, durante el forcejeo eyaculó en un muslo de la diosa, arriba de la rodilla. Ella, asqueada, se limpió con un pedazo de lana que arrojó al suelo. La tierra fecundada de ese modo dio a luz a Erictonio-Erecteo.

Volviendo a Robin Hard, corroborado por Pierre Grimal, en un principio Erictonio-Erecteo habrían sido el mismo rey, y luego, a medida que se fueron precisando los mitos, se habrían divivido en dos reyes diferentes.
- Erictonio, el nacido de Hefesto y la tierra, al que luego protegió Atenea.
- De Erecteo puede decirse que se casó con Praxitea y tuvo muchos hijos. Y durante la guerra contra los habitantes de Eleusis, que tenían el apoyo de los tracios mandados por Eumolpo, consultó al oráculo de Delfos qué debía hacer para ganar, y el oráculo le dijo que sacrificara a una hija (antecedente del sacrifico de Ifigenia por parte de Agamenón). Así lo hizo. Las hermanas de la víctima se suicidaron por solidaridad. Erecteo ganó la guerra, mató a Eumolpo. Pero a pedido de Poseidón, padre de Eumolpo, irritado por la muerte de este, Zeus lo fulminó.

Entre Erictonio y Erecteo, se halla Pandión, hijo del primero y padre del otro. Además de haber tenido en su matrimonio con Zeuxipe a Erecteo, los otros hijos de Pandión fueron Butes, Procne y Filomela. Procne se casó con Tereo, que le cortó la lengua y la mantuvo prisionera por haberse enamorado de su hermana Filomela, a la que quería poseer. Los tres fueron convertidos en pájaros. Esa historia está narrada en este mismo blog.


El hijo de Erecteo, Cécrope II, a la muerte de este será el siguiente rey de Atenas. Descendiente de él será Egeo, que tiene mitos que en esta entrada del blog no se van a narrar, y lleva a su vez, por supuesto, a su hijo, el gran héroe griego Teseo.

A través de su hija Creúsa (no todas las hijas de Erecteo se suicidaron, como parece, según un texto, Creúsa no lo hizo por ser menor, cuando el sacrificio de sus hermanas para la victoria sobre Eleusis y Eumolpo), descienden de Erictonio: Ión y Aqueo, dos héroes que dieron nombre a dos de los pueblos más importantes de los helenos: a los jonios y a los aqueos.

Otra hija de Erecteo que no murió, llamada Oritía, con Bóreas, dios del viento norte, fueron abuelos de Eumolpo, hijo de Poseidón, a quien mató Erecteo, que en definitiva era su bisabuelo.

El árbol genealógico lo hice para uso personal, es incompleto, es provisorio. Y lo comparto.


Elaboración propia

Fuentes:
Robin Hard: "El gran libro de la mitología griega".
Pierre Grimal: "Diccionario de mitología griega y romana"
Robert Graves: "Los mitos griegos".


viernes, 8 de mayo de 2015

Ixión y la falsa Hera, padres de los centauros



Ixión era un lapita rey de Tesalia. Se casó con Día, hija del rey Deyoneo, después de prometer grandes regalos a su futuro suegro. Pero en lugar de cumplir con su promesa, cuando Deyoneo le pidió los regalos lo invitó a que fuera a buscarlos, y lo esperó habiendo preparado para la ocasión un foso en el que había echado carbones encendidos. Cuando Deyonéo se hizo presente, traidoramente lo empujó adentro del foso, sobre los carbones, y su suegro murió quemado.

Debido a la magnitud del crimen agravada por el parentesco entre Ixión y Deyoneo (nunca antes se había cometido un crimen de esa naturaleza) , ningún rey vecino ni Dios lo quiso purificar. Así Ixión se vio obligado a vivir escondido y a escapar del trato de los demás. Zeus se apiadó de él, purificó a Ixión y lo invitó a vivir en el Olimpo. Pero Ixión se enamoró de Hera, esposa de Zeus, y quiso violarla. Ella fue a quejarse a Zeus, que para probar la justeza de la  acusación modeló una réplica de Hera hecha con una nube. Ixión se unió a ese fantasma y engendraron a Centauro, padre de todos los centauros, o engendraron tal vez a los propios centauros.

Ixión fue castigado por Zeus siendo atado, según algunos autores con colas de serpientes, a una rueda en llamas que no dejaba de girar y lo lanzó por los aires. Y como Zeus había convidado a Ixión con ambrosía, que confiere la inmortalidad, su tormento no tendrá fin.

Según la Wikipedia: "Sólo descansó de su tormento el tiempo que Orfeo estuvo en los infiernos, pues su maravilloso canto hizo que parara la rueda."

Puede ser interesante comparar esta historia con la de Pigmalión, rey de Chipre enamorado de la escultura de una mujer de belleza perfecta, que en versiones antiguas del mito representaba a Afrodita.

Fuentes:
"Los mitos griegos", de Robert Graves
"Diccionario de mitología griega y romana", de Pierre Grimal
"El gran libro de la mitología griega", de Robin Hard
Artículo de la Wikipedia en español sobre Ixión


   Guarda: La cabeza de la Gorgona, cortada con una hoz por Perseo